jueves, 18 de junio de 2015

BIZCOCHÓN

Hace unas semanas cayó en mi poder un libro magnifico escrito por Pamela Rodríguez y
prologado por Mikel López Iturriaga. Su título es “Postres y otras Dulcerías”, y es ese tipo de libro que al abrirlo te incita a ponerte inmediatamente a preparar esos postres y dulces tan ricos que nos presenta Pamela, autora del blog Uno de dos. Muchos son dulces de toda la vida, también tiene algunos panes y algo de salado y hay que destacar una extraordinaria sección de dulces gallegos que te harán perder el sentido.

Y es en la sección gallega donde descubrí un bizcocho que me llamó la atención. Se parecía mucho al que comíamos cuando íbamos al pueblo de mi tía Flora, Quintanilla de Losada (León). ¡Estaba tan rico y tan esponjoso!
Y aunque este bizcocho dice Pamela en el libro que nunca falta en ninguna sobremesa o celebración gallega, pensé que podría ser el que mi tía nos daba porque la comarca de La Cabrera, que es donde está Quintanilla y Robledo de Losada, es una zona de León con claras  influencias celtas y limítrofe con Orense.  

El bizcocho es realmente esponjoso y  su sabor ha conseguido transportarme a los veranos de mi niñez que pasé con mi hermano Javier en el pueblo de mi padre. ¡Nunca pensé que volvería a probar de nuevo aquel bizcocho tan rico que mi tía Flora nos ponía para merendar! Gracias, Pamela, por tu receta.



Ingredientes:
  • 9 huevos medianos
  • 240 g de azúcar
  • 150 g de harina de repostería tamizada
  • 1 pizca sal


Preparación:
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

Separa las yemas de las claras. Con la ayuda de una batidora-amasadora y con el accesorio de varillas puesto, bate a velocidad máxima las yemas y el azúcar hasta que dupliquen su volumen. Como es importante que la masa tenga mucho aire, hay que batir durante al menos 25 minutos.

Añade la harina y mezcla con cuidado con la ayuda de una espátula hasta que tengamos una masa homogénea.

En otro cuenco echa las claras y la pizca de sal y móntalas a punto de nieve.

Añade las claras a punto de nieve a  la masa de yemas, azúcar y harina. Usa una espátula para conseguir que las claras se integren bien mediante movimientos envolventes y lentos para evitar que la masa pierda volumen.

Echa la masa con cuidado en un molde engrasado y ligeramente enharinado.

Recuerda que el horno tiene que estar precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo y sin aire.

Coloca la rejilla del horno en una posición por debajo de la posición intermedia del horno y hornea el bizcocho a 165º C con calor solamente abajo durante 30 minutos. Selecciona calor arriba y abajo y hornea otros 30 minutos más a 165ºC.
Recuerda no abrir nunca la puerta del horno durante la cocción del bizcocho.

Cuando hayan pasado los 60 minutos, apaga el horno, entreabre la puerta y déjala así durante 5 minutos. Desmolda el bizcocho y déjalo sobre una rejilla hasta que se enfríe.


Chemadiez

Nota: estas cantidades están ajustadas para un molde tipo “angel food” de 25 cm de diámetro y 14 cm de altura.

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