jueves, 30 de mayo de 2013

TARTA SACHER

Esta tarta tiene mucha historia y, si no me equivoco, data del año 1832. 
En Austria, de donde era originario el joven repostero Franz Sacher, celebran en su honor el día Nacional de la Tarta Sacher cada 5 de diciembre. Y es que esta tarta causó sensación desde el primer día que vio la luz y parece ser que la receta original sigue siendo un misterio, sobre todo en lo que al chocolate se refiere.

Como nunca he probado la tarta que sirven en el hotel Sacher de Viena, no puedo deciros si esta receta se aproxima al original. Sin embargo, creo que el resultado es más que satisfactorio porque la tarta queda espectacular.

Y aunque en la tarta original utilizan mermelada de albaricoque, en mi modesta opinión la confitura de fresa le añade un plus que la mejora. Pero si eres de los clásicos, no cambies y utiliza el albaricoque, que es lo que Franz Sacher haría.

En mi casa es un éxito seguro y hasta yo mismo, que no soy muy chocolatero, soy de los que opina que mejor dos trozos que uno.


Ingredientes

Para el bizcocho
  • 130 g de chocolate negro para cobertura
  • 100 ml de nata líquida
  • 130 g de mantequilla en pomada
  • 110 g de azúcar glas
  •  6 huevos medianos (separar las yemas de las claras)
  •  130 g de harina
  •  1 cucharadita de levadura de repostería (Royal)
  •  1 cucharadita de extracto de vainilla
  •  2 cucharadas de azúcar glas

      Para el relleno del bizcocho
  • 350 g de confitura de fresa

Para el almíbar
  • 100 g de azúcar
  • 150 ml de agua
  •  un chorrito de whisky o ron 

Para la cobertura
  • 130 g de chocolate negro para cobertura
  • 100 ml de nata líquida
  • 30 g de mantequilla



Preparación

El bizcocho 
Ponemos la nata en un cazo y cuando empiece a hervir retiramos del fuego y echamos el chocolate en trocitos removiendo bien hasta que el chocolate esté completamente derretido.
Dejar templar para su posterior incorporación a la masa del bizcocho.

Precalentamos el horno a 180˚ calor arriba y abajo.

Con la batidora de varillas batimos la mantequilla y el azúcar glas hasta que esté cremosa (unos 5 minutos).

Añadimos el extracto de vainilla y la yemas y seguimos batiendo hasta que estén bien incorporadas.

A continuación se incorpora el chocolate derretido con la nata y se mezcla a fondo con la batidora de varillas.

Agregamos la harina mezclada con la levadura y tamizada y batimos  velocidad baja hasta obtener una mezcla homogénea.

Ayudándonos con una espátula incorporamos,  mediante movimientos envolventes, las claras montadas a punto de nieve con dos  cucharadas de azúcar glas.

Untamos un molde desmontable de 24 cm de diámetro con mantequilla y espolvoreamos con harina para facilitar el desmoldado del bizcocho.

Vertemos la mezcla en el molde y horneamos a 180˚ durante 50 minutos (poner la rejilla del horno una posición por debajo de la media).

Dejamos templar y desmoldamos sobre una rejilla.

El relleno
Tendremos que preparar el almíbar y, si queremos tener una confitura de una textura más fina, habrá que calentarla y pasarla por un colador.

El almíbar se tiene que preparar con antelación para que esté templado cuando procedamos a realizar el relleno de la tarta. Mi consejo es que durante el horneado del bizcocho se prepare el almíbar en un cazo. Bastará con tener hirviendo el agua con el azúcar y el whisky durante unos 5 minutos.

Cuando el bizcocho esté casi frío lo abrimos por la mitad y ayudándonos con una jeringuilla aplicamos uniformemente el almíbar a las dos mitades del bizcocho. A continuación extendemos la confitura por encima de las dos mitades de bizcocho y dejamos durante unos minutos para permitir que la confitura empape un poco el bizcocho.

Unir las dos mitades del bizcocho por la parte donde hemos extendido la confitura y colocarlo sobre una base de unos 24 cm de diámetro.
  
La cobertura de chocolate 
Pon la nata en un cazo a fuego medio. Retira del fuego cuando rompa a hervir y echa el chocolate troceado. Remueve hasta que esté totalmente integrado. Si fuera necesario añadimos la mantequilla para dar más brillo.

Pon el bizcocho relleno sobre una rejilla y cubre la tarta con el glaseado de chocolate. Espera a que se enfríe la cobertura de chocolate.

Aunque no necesita decoración alguna, podemos hacer unos adornos con chocolate blanco   (lo típico es escribir la palabra Sacher)

Procura conservar la tarta en un lugar fresco y si es posible evita meterla en la nevera.
Pero si finalmente la conservas en la nevera, sácala un par de horas antes de servir.

  
Chemadiez


Nota: En la tarta de la foto aparecen unas rosas de fondant hechas siguiendo el método que muestra Alma Obregón en este video. Pero si no tienes fondant, ni moldes para las hojas, ni colorantes rosa y verde, no te compliques la vida y elige el adorno clásico que es escribir la palabra Sacher con chocolate blanco.


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